Desde que el entrenador argentino se sentó en el banco de la Albirroja aún no ha perdido. Hoy están cómodos en zona de clasificación al próximo Mundial.
La emotiva reflexión de Alfaro después de la victoria frente a la Selección Argentina
Gustavo Alfaro le devolvió la esperanza a la Selección de Paraguay. Hace pocos meses atrás se volvieron de la Copa América de los Estados Unidos sin haber sumado puntos y la clasificación al Mundial 2026 parecía una utopía. Pero si de cazar utopías se trata, Lechuga es la persona ideal. Se sentó en el banco de la Albirroja, volvió a las bases y rápidamente recuperó el espíritu del seleccionado. Los resultados lo avalan: tres victorias, dos empates, tan solo dos goles en contra y resultados favorables ante los grandes del continente.
Cuando el rafaelino de 62 años arribó a tierras guaraníes en agosto de este año, el seleccionado divagaba por los últimos puestos de la tabla, con apenas cinco puntos. Pese a esta situación, el técnico confió en sus armas desde un principio: “Paraguay puede jugarle de igual a igual a cualquiera. El hecho de no sentirse inferior ante nadie es lo que hace falta“. Y cerró la conferencia de presentacióncon un contundente mensaje: “No quisiera que Paraguay vea el próximo Mundial por televisión. Esto es un sueño que nos tiene que comprometer y movilizar. Sabemos que queda poco tiempo y tenemos muchas cosas por hacer”.
El mensaje caló hondo en sus jugadores. Comenzaron con un ilusionante empate 0 a 0 frente a Uruguay en Montevideo, que hicieron valer con un posterior triunfo por 1 a 0 ante Brasil en el Defensores del Chaco con un golazo de Diego Gómez. En octubre fue similar: igualdad sin goles frente a Ecuador de visitante y una remontada contra Venezuela de local. Ahora, en noviembre, comenzaron con el pie derecho con una victoria 2 a 1 ante Argentina.
El compacto de la victoria de Paraguay ante Argentina 
La principal virtud de Alfaro en este corto pero ilusionante ciclo es que revivió la esencia de la selección. Confeccionó un equipo férreo, muy intenso en la presión, sólido defensivamente y fuerte en la pelota parada, todas virtudes de las grandes selecciones de Paraguay. Además, recuperó la fortaleza como local: volvió a ganar tres partidos seguidos en el Defensores del Chaco luego de 16 años.
Con 16 puntos, la Albirroja se encuentra sexta en la tabla de posiciones, cuatro unidades por encima de Venezuela, que hoy estaría jugando el repechaje. El próximo rival será Bolivia en El Alto, otro de los grandes desafíos que presenta esta Eliminatoria.
De la mano de Alfaro, Paraguay está volviendo a competir. Tal y como quería cuando llegó, su equipo no se está sintiendo inferior a nadie. Con autoridad y justicia, sacó siete de los nueve puntos contra las tres selecciones más grandes del continente. Aquellos cuartos de final en Sudáfrica 2010 ya quedan lejanos, y una generación de niños y adolescentes paraguayos han visto a su selección fracasar en los últimos torneos que disputó. Con Lechuga la cosa parece haber cambiado y, a pesar de que todavía falta mucho, el Mundial 2026 no se ve tan lejano.
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Publish date : 2024-11-14 22:32:00
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