El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, acusó al expresidente boliviano Evo Morales de “asesinato en grado de tentativa” por, aseguró, haber disparado desde su vehículo contra los policías de un punto de control en la carretera que atraviesa el Chapare, la zona cocalera de Cochabamba, en el centro del país. Explicó así lo sucedido el domingo pasado, cuando, de acuerdo a los videos que presentaron los seguidores de Morales, la camioneta en la que viajaba el expresidente fue tiroteada.
“En un punto de control rutinario, los policías piden que un vehículo reduzca la velocidad; se identifican como policías; entonces desde el vehículo sacan armas de fuego y disparan contra los policías y sus vehículos”, narró Del Castillo. Según el ministro, en su afán de huir, el automóvil atropelló a un miembro de la Policía y le fracturó una pierna. “Un vehículo policial lo sigue y recibe impactos de bala. Los policías frenan y se reagrupan, piden auxilio a los militares” de un cuartel cercano, donde opera la Novena División del Ejército, añadió Del Castillo. “Están heridos y salen para Santa Cruz”, relató, sin especificar el transporte que usaron. Tampoco explicó por qué no informó de este incidente el mismo día en que sucedió. En cambio, sugirió que la camioneta de Morales llevaba “sustancias controladas [drogas]” y que por eso el político no quiso detenerse en el control. “Señor Morales: ¿quién le dio armas a la gente en su vehículo? ¿Por qué edita sus video y no muestra que dispararon a la policía? Señor Morales, nadie le cree el teatro que ha realizado”, interpeló el ministro.
Fotogramas del atentado contra Evo Morales el 27 de octubre 2024.Vídeo: RR SS
Antes de la declaración de Del Castillo, una de las principales hipótesis sobre lo sucedido era que el tiroteo se había dado durante un fallido operativo de detención del expresidente, que derivó en una indiscriminada balacera contran su camioneta. Morales tiene un pedido de captura en una investigación por presunto “estupro agravado con tráfico de personas”, acusado de tener una hija con una menor en 2016. La acusación asegura que Morales “pagó” con cargos y favores políticos a la madre y otros familiares de la adolescente. Morales lo niega.
Según la versión del exmandatario, viajaba a las 6.30 de la mañana del domingo entre Villa Tunari, la ciudad en la que vive, y Llauca Ñ, donde se encuentra la Radio Kausachun Coca, donde iba a realizar su habitual programa dominical. Entonces fue interceptado por dos camionetas que, como no pudieron cerrarle el paso, tirotearon su vehículo. Luego, según denunció, tuvo que cambiar de transporte porque los disparos destrozaron una de sus llantas. El segundo vehículo sufrió una persecución en la que hubo más disparos.
El expresidente salió ileso, pero “una bala pasó a centímetros de mi cabeza”, contó tras el incidente. “He corrido muchos riesgos, pero esto ha sido lo peor en mi vida…18 disparos. Nada más ni nada menos vino de [el presidente Luis] Lucho Arce y [el vicepresidente] David Choquehuanca. Yo no me voy a ir, vamos a resistir”, dijo Morales este lunes.
El chofer del expresidente sufrió una herida superficial en la nuca. El ministro Del Castillo dijo que estas afirmaciones son inverosímiles, porque ningún coche puede circular con la llanta rota y que ningún chofer con tal herida pudo haber manejado como se ve en las imágenes difundidas por Morales.
Ambas versiones coinciden en que este ocurrió cerca del cuartel de la Novena División. El domingo, el periodista boliviano John Arandia obtuvo fotografías de un helicóptero de la Policía y de un grupo de efectivos de élite equipados con armas largas que aparentemente están situados en ese cuartel.
Tras la denuncia de Morales, decenas de cocaleros rodearon la instalación militar para exigir explicaciones, ya que había testigos de que las camionetas que habían perseguido al líder indígena habían entrado en él. Esto fue confirmado por Del Castillo. Durante la protesta, un militar fue grabado mientras reconocía ante los manifestantes que los dueños de los vehículos “eran pacos” (policías) y que ya habían escapado en su helicóptero. La gente exigió que los militares entregaran las camionetas sospechosas, lo que finalmente hicieron. Fueron quemadas por la multitud. El ministro de Gobierno declaró que el incendio de los coches fue realizado para eliminar las pruebas que podían mostrar lo que realmente sucedió.
Además de cercar el cuartel, los campesinos tomaron el aeropuerto local, en Chimoré, para evitar operaciones aéreas que pudieran derivar en más intentos de detener a su líder. Y masificaron los cortes de ruta que realizan con el mismo propósito desde hace 15 días y que han generado gran rechazo de la población de varias ciudades que sufre escasez de alimentos y combustibles en medio de la crisis económica del país.
Evo Morales es el político boliviano más popular y al mismo tiempo el más impopular, dependiendo de qué sectores sociales sean consultados. Tras la difusión, pocos minutos después del incidente, de los videos en que se lo ve en el asiento del copiloto mientras el chofer conduce a su lado a gran velocidad, con las ventanas de la camioneta acribilladas y sus ayudantes de la parte de atrás del vehículo gritándole que se agache, una parte de la población comenzó a dudar y a criticarlo. Las redes sociales se llenaron de memes en los que se lamentaba que el supuesto atentado no hubiera tenido éxito. Pero la descalificación más común fue la del “auto atentado”, alentada además por voceros oficialistas y medios de comunicación “antievistas”. Con su comparecencia ante la prensa, Del Castillo admitió que sí hubo un encontronazo con la Policía, pero descartó que alguien hubiera querido matar a Morales.
La mentira organizada del gobierno y sus medios de comunicación pagados se esfuerzan todavía por desviar la verdad sobre el atentado criminal que sufrimos este domingo en el Trópico del que gracias a Dios, a mis padres Q.E.P.D y a nuestra Pachamama logramos salvar la vida. Ahora…
— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) October 28, 2024
En las redes, se sobrepuso el rostro del expresidente a la foto de un actor con una estatuilla de los Oscar y otras alusiones similares a su “gran actuación”. Algunos medios asociaron lo sucedido en el Chapare con un artículo sobre casos de relaciones con menores en los que ha estado involucrado el expresidente, sugiriendo que los videos sobre Morales fueron una cortina de humo para desviar la atención.
La respuesta del evismo a estas sospechas ha sido pedir a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos una “medida cautelar” que proteja la vida del líder indígena. También ha solicitado que se involucren la Unión Europea y las Naciones Unidas. La Organización de Estados Americanos pidió una investigación y rechazó toda forma de violencia en la política boliviana.
Los presidentes de Colombia, Venezuela, Cuba y Honduras, además de la expresidenta argentina Cristina Kirchner y otras personalidades izquierdistas han rechazado el “intento de magnicidio”, que es como presenta el evento la comunicación de Morales. No ha habido hasta ahora mensajes públicos de los gobernantes de Brasil, México ni Chile, que también forman parte de la izquierda continental.
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Publish date : 2024-10-27 13:00:00
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