De acuerdo con el Banco Mundial, el crecimiento promedio en América Latina y el Caribe está en los mismos números de 2010 y no es suficiente para reducir los niveles de pobreza y facilitar la movilidad social. Hay un estancamiento de 14 años.
La economía en el gobierno del Presidente López Obrador (2018-2024) creció en promedio 0.8 por ciento al año, que es el sexenio con el crecimiento más bajo de los últimos seis.
Al cierre de 2024, la economía de México crecerá en 1.7 por ciento, que está por abajo del promedio de América Latina y el Caribe, que habrá de hacerlo al 1.9 por ciento, según el Banco Mundial (BM). Nuestro País está en el grupo de las economías que menos crecen en la región.
En esta hay doce que crecen por arriba del promedio: República Dominicana (5.1 por ciento), Costa Rica (4.0 por ciento), Guatemala (3.7 por ciento), Nicaragua (3.6 por ciento), Honduras (3.5 por ciento), Uruguay (3.2 por ciento), Perú (3.1 por ciento), El Salvador (2.9 por ciento), Brasil (2.8 por ciento), Chile (2.5 por ciento) y Panamá (2.4 por ciento).
México está solo por arriba del crecimiento de Colombia (1.5 por ciento); Bolivia (1.4 por ciento); Ecuador (0.3 por ciento); Argentina (-3.5 por ciento) y Haití (-4.2 por ciento). Estas dos últimas son las economías que más caen en la región.
De acuerdo al BM, el crecimiento promedio en América Latina y el Caribe está en los mismos números de 2010 y no es suficiente para reducir los niveles de pobreza y facilitar la movilidad social. Hay un estancamiento de 14 años.
La relación deuda-PIB en 2024 subió al 62.8 por ciento en la región y aumenta con relación a 2019 cuando era del 59.1 por ciento. El elevado endeudamiento y el servicio de la deuda impide un mayor gasto público.
En 2024, en América Latina y el Caribe la Inversión Extranjera Directa (IED) está en niveles de hace 13 años. Esto ocurre a pesar de tener salarios muy competitivos incluso en comparación con China.
El problema es que se reduce el atractivo de invertir en la región por la inestabilidad política y social; la deficiente infraestructura; la escasez de energías renovables; débiles e ineficientes sistemas educativos, y el alto costo de capital.
De acuerdo al BM esto impide que los países de la región aprovechen en todo su potencial el proceso de relocalización (nearshoring). En 2022 hubo un aumento importante de las inversiones, pero en 2023 ya no se incrementaron de manera significativa.
América Latina y el Caribe, en el escenario anterior -que no puede negarse- debe hacer esfuerzos para atraer la inversión, construir capital humano y crear más y mejores empleos. Esta es la solución estructural para reducir los niveles de pobreza y mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
El análisis y las recomendaciones del BM, que valen para el conjunto de la región, también aplican a México, que no es la excepción. Aunque en el discurso oficial del gobierno anterior se decía que la economía de México estaba mejor que nunca, en la negación sistemática de las evidencias en contrario.
Son realidades a las que se tiene que enfrentar el gobierno de Claudia Sheinbaum, si quiere hacer que la economía crezca, aumenten los niveles de empleo, se reduzcan estructuralmente los niveles de pobreza y el gobierno se haga de más recursos para impulsar el desarrollo integral de la sociedad.
Ya veremos si el nuevo gobierno en materia económica asume los datos de la realidad y reacciona con responsabilidad frente a ellos o sigue la línea del anterior y construye una narrativa a partir de datos falsos de cara a lo que sus audiencias quieren escuchar.
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Publish date : 2024-10-28 00:06:00
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