Los aranceles propuestos por el presidente Trump a México y Canadá desencadenaron negociaciones de último minuto, que condujeron a una prórroga de 30 días. En el caso de México, el despliegue de 10.000 tropas en la frontera ayudó a asegurar la demora. Algunos creen que México puede seguir eludiendo los aranceles con gestos simbólicos. Eso sería un error, no solo una apuesta, sino una oportunidad perdida.
Cuando Trump atacó por primera vez el TLCAN, muchos temieron un desastre. En cambio, el resultado fue un acuerdo comercial renegociado que expandió el comercio de América del Norte a 2 billones de dólares anuales. Hoy presentamos un momento similar. En lugar de simplemente evitar los aranceles, México debería tomar la iniciativa con propuestas audaces en seguridad, narcóticos, migración y comercio, cuestiones que han tensado las relaciones durante mucho tiempo pero que siguen sin resolverse.
La crisis del fentanilo y los opioides: ha matado a más de 720.000 estadounidenses desde 1999, más que las bajas estadounidenses en ambas guerras mundiales juntas. También ha devastado a México, alimentando el crimen organizado, la corrupción y la anarquía. Ambos países tienen un interés claro y compartido en abordar este problema juntos.
México debería sumarse a Estados Unidos en la designación de los cárteles como organizaciones terroristas, con garantías contra la intervención unilateral de Estados Unidos y salvaguardas para las empresas legítimas. Esto permitiría sanciones más duras, controles más estrictos contra el lavado de dinero y una mejor compensación para las víctimas. Una amnistía al estilo Trump para los delitos de corrupción cometidos antes de la designación podría hacer que esto sea políticamente viable en México, ofreciendo un nuevo comienzo.
Además, México y Estados Unidos deben bloquear la entrada de precursores químicos chinos que alimentan la producción de fentanilo. La identificación conjunta de objetivos y el intercambio de información de inteligencia serían clave. La lucha contra las importaciones ilícitas también podría exponer millones de dólares en derechos de aduana no cobrados por productos chinos mal clasificados.
Por último, México debería proponer escanear el 100% de los vehículos transfronterizos con tecnología de inspección no intrusiva. Esto interceptaría tanto los envíos de drogas hacia el norte como las aproximadamente 120.000 armas de alto calibre que se trafican anualmente hacia el sur para los cárteles. Esta iniciativa, que comenzará con el tráfico comercial y se ampliará a los vehículos privados, estimularía mejoras tecnológicas en los equipos de escaneo para proteger la frontera sin interrumpir el comercio.
Migración: Las recientes disminuciones en los cruces fronterizos ilegales se deben en gran medida a la intensificación de la aplicación de la ley en México, un cambio de política que comenzó con el presidente Biden y se ha intensificado con Trump. A diferencia de antes, los migrantes detenidos en México ya no son simplemente liberados para continuar su viaje hacia el norte.
A cambio de su cooperación, México debería impulsar la protección de los residentes mexicanos de larga data en Estados Unidos, incluidos los beneficiarios de DACA, y la ampliación de las vías legales para los trabajadores mexicanos a fin de alinear la movilidad laboral con las necesidades económicas de Estados Unidos.
México también debe reconocer su nueva realidad: ya no es sólo un país de origen de migrantes, sino un importante centro de tránsito y destino. El fortalecimiento de su frontera sur con Guatemala y Belice ha sido un objetivo incumplido durante años; ahora es el momento de actuar. México debería financiar la infraestructura fronteriza de su lado, mientras que Estados Unidos apoya los esfuerzos de seguridad en Guatemala y Belice.
Además, México debería proponer un gasoducto financiado por Estados Unidos a través del sur de México hacia América Central. Esto beneficiaría a los productores de gas estadounidenses, reduciría drásticamente los costos de la energía regional y crearía empleos, todo ello al tiempo que abordaría las causas profundas de la migración. También aliviaría las tensiones actuales entre Estados Unidos y México sobre la política energética e impulsaría el desarrollo económico en el sur de México. Comercio: Un factor importante de las amenazas arancelarias de Trump es la preocupación por la creciente presencia de China en el comercio de América del Norte. Muchos creen que las empresas chinas están utilizando a México para evadir los aranceles y las restricciones a la importación de Estados Unidos, incluidas las vinculadas al trabajo forzoso. México y Estados Unidos comparten el interés de monitorear la base fáctica de esta afirmación, cerrar lagunas y garantizar el cumplimiento de las normas de seguridad de América del Norte.
La revisión conjunta de los productos chinos que ingresan a México y un mayor escrutinio de las cadenas de suministro evitarían la evasión arancelaria y el uso indebido del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC). Una aplicación más estricta también allanaría el camino para programas de preautorización ampliados. Los funcionarios de aduanas de Estados Unidos y México ya colaboran en algunos puertos en virtud de acuerdos unificados de procesamiento de carga. Este modelo debería ampliarse, permitiendo a los funcionarios estadounidenses preautorizar las mercancías en las fábricas y muelles de carga mexicanos, agilizando el comercio y manteniendo la seguridad.
En lugar de tratar las negociaciones de Trump como una crisis que debe gestionarse, México debería aprovechar este momento para redefinirse como un verdadero socio económico y de seguridad. Promover propuestas audaces y estratégicas no solo fortalecerá la propia seguridad y el crecimiento económico de México, sino que también demostrará su importancia para Estados Unidos.
Hay mucho en juego, pero las posibles recompensas son aún mayores. Es hora de que México lidere.
Bersin es presidente ejecutivo de Altana Technology y miembro inaugural de América del Norte en el Wilson Center. Anteriormente se desempeñó como fiscal de los Estados Unidos en San Diego, “zar fronterizo” de la frontera entre Estados Unidos y México y como comisionado de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos. Vive en Washington, D.C. Bitar es el académico de América del Norte en el Wilson Center y vive en Washington, D.C.
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Opinion: Time for Mexico to get bold in its U.S. policies
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Publish date : 2025-02-28 04:05:00
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